La alianza peronista Fuerza Patria encara la elección de mañana con una estrategia de equilibrismo político: consolidarse como el principal bloque opositor a Javier Milei en el Congreso y mostrar cohesión partidaria en medio de la reorganización del espacio político de cara a 2027.
La coalición, que competirá en 13 de los 24 distritos del país, se propuso desde su conformación el pasado 9 de julio reordenar al justicialismo luego de la derrota de 2023, pero la convivencia entre el núcleo kirchnerista, el massimo y el surgimiento del kicillofismo derivó en una dinámica de negociación casi permanente entre los diferentes espacios.
La derrota del gobierno de Milei el pasado 7 de septiembre en las elecciones bonaerenses aplacó en cierta medida esa disputa por el liderazgo e hizo subir las acciones de Axel Kicillof dentro del peronismo, aunque los resquemores entre las diferentes tribus siguen latentes y un eventual resultado adverso en la elección nacional podría hacerlos emerger.
Algunos sectores del PJ siguen creyendo que la estrategia de Kicillof de desdoblar los comicios fue un paso en falso y tampoco quedaron muy conformes con la foto final de la elección provincial, donde sintieron que el gobernador les gritó “los goles en la cara” y se apropió de la victoria.
Pese a estos matices internos, el mensaje político común de este peronismo equilibrista modelo 2025 se sostiene: “frenar a Milei” en la urnas y, a partir del lunes 27 de octubre, transformarse en el principal contrapeso institucional de un oficialismo que desgastó su contrato social con la población a base de ajuste y causas de corrupción.
LA REEDICIÓN DEL 7S: BUENOS AIRES COMO LA MADRE DE LAS BATALLAS
El antecedente reciente de la holgada victoria en la elección bonaerense fortaleció las expectativas de Fuerza Patria durante toda la campaña para las elecciones nacionales y calmó la ebullición interna. ¿Se puede reeditar el 7S?
Dicen en el barrio que “el equipo que gana no se toca”. Por eso, durante el raid proselitista del peronismo en esta segunda campaña del año, volvimos a ver las mismas fotos de Kicillof y de todos los candidatos del espacio recorriendo la provincia de Buenos Aires: la más rica y poblada del país
Pero las cábalas no se limitaron al formato de campaña, sino que los arquitectos de Fuerza Patria en territorio bonaerense volvieron a elegir el mismo escenario como bunker para esperar los resultados este domingo: en otra señal de “unidad”, el peronismo optó nuevamente por el Gran Brizo platense.
Allí, la elección provincial le dio al peronismo bonaerense el impulso que lo trajo hasta esta instancia sin que volvieran a salir a flote las diferencias latentes entre las tribus justicialistas, que lograron vencer a La Libertad Avanza (LLA) por más de 13 puntos: un guarismo difícil de repetir en ese distrito cuando todas las previsiones auguran una mayor participación electoral.
A pesar de la algarabía por el triunfo bonaerense, el panorama nacional es muy distinto: Fuerza Patria no tiene representación en los 24 distritos del país, mientras que el frente liberal de Milei sí logró tener presencia en todo el mapa argentino.
En el frente peronista saben de este déficit, por lo que en la previa de la elección lograron frenar, con un fallo de la Justicia Electoral, que los resultados de los comicios se presentaran como una sumatoria nacional. Los números se conocerán distrito por distrito, para evitar que el oficialismo “distorsione” la lectura del resultado.
Pero, más allá de las consecuencias inmediatas, la elección del domingo será una prueba de fuerza interna para el peronismo: dentro de Fuerza Patria se define no solo el tamaño del bloque opositor en el Congreso sino también quién conducirá la reconstrucción del espacio de cara a 2027.
Con Kicillof consolidado como la figura más competitiva dentro de la alianza, los resultados en Buenos Aires y otros distritos populosos del país: como Santa Fe, Entre Ríos y Chaco, serán claves para medir la proyección nacional del peronismo de cara a lo que se viene.






