En lo que va de 2025 se denunciaron más de 4.400 casos vinculados a estafas virtuales sólo en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), un 110 % más que los que se registraron el año pasado.
Los datos corresponden a un relevamiento llevado a cabo por la ONG Defendamos Buenos Aires, que encabeza el abogado experto en Seguridad Pública Javier Miglino.
Según remarcó el letrado en declaraciones a Noticias Argentinas, “los principales casos tienen como objetivo las billeteras virtuales como Mercado Pago, Ualá y otras”.
“La gente se confía, deja el teléfono a la vista y si está desbloqueado, los estafadores saben como robar en segundos, transfiriendo dinero a cuentas de la banda en negocios de comida y otros que, obviamente, forman parte del entramado delictivo”, remarcó Miglino.
El abogado sostuvo que “sólo en el ámbito de la Capital Federal y el Conurbano hubo más de 4.400 casos, con un aumento del 110 por ciento con relación a 2024, oportunidad en que se produjeron 2.100 hechos”, al tiempo que reveló: “Si uno piensa a nivel nacional, los números de la estafa virtual dan escalofríos”.
Miglino indicó que “hasta 2024 las estafas con MarketPlace de Facebook y otras similares estaban a la orden del día, pero fueron muchas las bandas que terminaron tras las rejas merced al impecable accionar de la Justicia Nacional de Instrucción en lo Criminal con jurisdicción en toda la Ciudad de Buenos Aires más los Tribunales en lo Penal de Lomas de Zamora, Quilmes, La Matanza, San Isidro, San Martín, Morón y Moreno”.
“Entonces las bandas criminales buscan otras formas de robo y las billeteras virtuales, con la posibilidad de robar por transferencias en segundos y con destino a sitios comerciales de venta de comida elaborada como sushi, pastas, parrilla y café, donde resulta imposible establecer si el consumo que fue pagado verdaderamente existió”, explicó el letrado.
Y agregó: “El ladrón sabe que roba, obtiene el dinero en efectivo en segundos y no deja huella alguna, porque el local que recibe la transferencia avala la operación. Ganan todos en la banda criminal y paga el sufrido consumidor”.
“En general las billeteras virtuales gozan de preferencia porque brindan una buena rentabilidad en una cuenta remunerada y son fáciles de usar para pagos inmediatos. Sin embargo a la hora de hacer un reclamo porque hubo un robo virtual, la atención al cliente es deficiente porque se desarrolla en la mayoría de los casos a través de chatbots y canales de correo electrónico o redes sociales”, afirmó Miglino.
Y detalló: “A veces puede ser difícil llegar a una persona que resuelva el problema, por lo que ante un robo, el usuario se encontrará ante dos problemas: el primero de ellos el propio saqueo y el segundo, la imposibilidad de que la empresa detrás de la billetera virtual se haga cargo”.
LAS MUJERES TUCUMANAS ESTAFADAS EN BUENOS AIRES
Ana Flores y Belén son dos mujeres que llegaron de visita a Buenos Aires desde Tucumán en septiembre pasado, con la idea de comprar ropa, pasear por los lugares instagrameros y divertirse un poco.
El tercer día del paseo, optaron por ir al a Belgrano, que con el Barrio Chino instalado allí es un paseo obligado.
Las dos mujeres tomaron un café en una cafetería de vereda entre las calles Roosevelt y Tres de Febrero y como el lugar no tiene mesas, entre tomar los cafés desde el mostrador, tenerlo en la mano y sentarse, es posible que el teléfono celular quede fuera de lugar.
Mientras probaba la infusión, Ana notó que le faltaba el teléfono celular que había dejado apoyado en una especie de banco que hay en el lugar.
La mujer miró para todos lados y fue hasta el mostrador a preguntar si lo habían visto. Enseguida apareció un muchacho con acento caribeño que preguntó si alguien había perdido ese aparato que estaba tirado debajo del banco.
Ana agradeció el gesto, tomó unas fotos con su amiga Belén y siguió hacia el Barrio Chino en la calle Arribeños.
Al otro día y ya en Tucumán recibió un alerta de bienvenida de un comercio de comida sushi que está cerca del café aludido. Como había comprado más de 750 mil pesos, la bebida sería gratis para la próxima.
En ese momento, Ana chequeó su saldo y efectivamente alguien había transferido desde su billetera virtual en el celular, el equivalente a 500 dólares al sushi.
Hizo el reclamo en la aplicación y le exigieron la denuncia. En la comisaría de Tucumán efectuaron consulta con la Fiscalía de turno y le avisaron que la denuncia debía hacerla en Buenos Aires porque era el lugar de ese apoderamiento patrimonial.
En resumida cuenta, Ana perdió 500 dólares o 750 mil pesos porque la aplicación no se hizo cargo del reclamo y la Justicia le pide que haga la denuncia en Buenos Aires, por lo que tendría que volver a recorrer 1.250 kilómetros para hacerla, algo que le resultó imposible.






