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Se retiró Nicolas Mahut, uno de los protagonistas del partido de tenis más largo de la historia

Se retiró del tenis profesional el francés Nicolas Mahut, de 43 años, quien había protagonizado el partido más largo de la historia del deporte, en Wimbledon 2010.

En aquella edición del Grand Slam británico, Mahut se enfrentó al estadounidense John Isner y libraron una auténtica batalla, de 11 horas y cinco minutos, con un resultado final de 6-4, 3-6, 6-7 (5/7), 7-6 (7/3) y 70-68 en favor del norteamericano.

Ese encuentro inhumano fue resuelto dos días después de haber comenzado, ya que en Wimbledon no se puede jugar de noche, y marcó un récord que, con un cambio reglamentario posterior, será muy extraño que sea superado.

A sus 43 años y con cuatro títulos ATP en su carrera singlista, además de cinco Grand Slams en su destacado paso por el circuito doblista, en el que llegó a ser el mejor jugador del mundo, Mahut abandonó la práctica profesional del tenis.

Su último partido se dio en el Masters 1000 de París, torneo que ganó en 2019, luego de un año en el que solo consiguió una victoria y se dio siendo compañero del búlgaro Grigor Dimitrov, ante la dupla compuesta por el monegasco Hugo Nys y el francés Edouard Roger-Vasselin. Luego de quedarse con un set cada pareja, el duelo fue resuelto con un super tie-break, que Mahut perdió por 10-4.

A pesar de haber tenido una gran carrera, en el circuito por parejas y el singlista, la trayectoria de Nicolas Mahut quedó marcada para siempre por el partido de primera ronda de Wimbledon 2010, que disputó con John Isner.

En la previa del partido, Isner llegaba como el vigesimotercer preclasificado, mientras que el francés era el 148° mejor jugador y había tenido que superar las rondas previas.

Para darle sentido a la curiosidad de este partido hay que destacar que Wimbledon contaba con un reglamento distinto al de la actualidad. Siendo un torneo muy tradicional, en aquellos tiempos el quinto set no tenía tie-break, distinto al resto de los parciales, sino que se definía a diferencia de dos games.

El partido comenzó con normalidad. Los dos primeros sets no pasaron de la media hora, mientras que en el tercer y cuarto se llegó al tie-break, por lo que el partido llegó al set decisivo con tres horas de juego a cuestas y sufriría el primer corte, por falta de luz en un torneo que no tiene iluminación artificial, y en el que no se juega de noche para evitar sonidos elevados a altas horas, por respeto a los vecinos.

La continuación llegó al día siguiente, 23 de junio, siendo reanudado a las 14:05 en la cancha 18, con el quinto set a punto de comenzar. El récord del partido más largo de la historia se rompió a las 17:45, cuando el marcador estaba igualado en 32. Tres horas y media más tarde, a las 21:13, el partido tuvo que volver a suspenderse por falta de luz natural, con un marcador de 59 iguales.

La segunda continuación se dio el jueves 24 de junio, a las 15:40 y manteniéndose en la cancha 18, aunque el evento había ganado tanta importancia que hasta se hizo presente la reina de Inglaterra. El final del partido se dio a las 16:48 del jueves, con un passing shot paralelo de revés de Isner, que sentenció marcador de 70-68 en favor de Isner, tras 11 horas, cinco minutos y 24 segundos de partido.

Después del partido, bajo los aplausos de pie del público, Isner se dejó caer en el suelo como festejo, para luego fundirse en un abrazo con su rival, mostrándose ambos muy agotados, pero con un gran gesto de deportividad. Al término, los dos jugadores y el umpire, que impartió justicia durante todo el partido, recibieron un galardón y se tomaron una foto junto al marcador, en un partido difícil de igualar.

Entre las estadísticas más impresionantes, se jugaron un total de 980 puntos, hubo 216 aces, 113 de ellos para el estadounidense, y hubo un total de 490 golpes ganadores. Además, Mahut ganó 502 puntos, 24 más que su rival, aunque no le alcanzó para llevarse el triunfo.

A pesar de la derrota, el francés fue entrevistado al final del partido y valoró a Isner como “un campeón” afirmando que habían jugando “el mejor partido de la historia, en el mejor torneo de todos”. Tendría revancha en 2016, como doblista, año en el que ganó sobre el glorioso césped de Wimbledon.