Una mujer de nacionalidad rusa le envió una carta al juez que investiga a la presunta secta, que habría explotado sexualmente a varias personas en San Carlos de Bariloche, y remarcó que no se siente “una víctima”.
Según supo la Agencia Noticias Argentinas, se trata de Elena Makarova, quien presentó un manuscrito al magistrado federal de Garantías, Gustavo Zapata, y solicitó ser apartada del caso: “No me considero una víctima y nunca lo fui”.
En este sentido, la joven insistió que no tiene “reclamos contra nadie” y no desea participar “en el proceso en calidad de damnificada”, a la vez que agregó antes de que el caso tome conocimiento público “vivía en libertad, hacía e iba a dónde quería”.
“Pido que se me excluya de la lista de damnificados de la causa”, solicitó Makarova, quien acusó a la fiscalía “de inventar argumentos” con el objetivo de concretar su detención y sostuvo que la Argentina la trató de “manera injusta”.
De acuerdo al testimonio de Elena, fue secuestrada en un lugar del que no pudo salir: “No podía hablar español” y únicamente le permitían conversar con su madre durante “20 o 30 minutos al día”: “Me alegra volver a casa”.
Por su parte, la defensa de Konstantin Rudnev, el supuesto líder de la organización que se encuentra detenido en la cárcel de Rawson, informó a NA que “es falso” que el implicado tenga una solicitud de captura internacional, ya que “actualmente no existen fundamentos legales para ello”.
Un documento de la Policía de Montenegro que está incorporado al expediente desmiente esta situación y aclara que es un pedido de declaración como ciudadano en relación con la investigación por presunto delito económico.
