Buenos Aires, 26 de noviembre (NA) – Alarmantes datos sobre la influencia que ejerce en la idea de suicidio de los adolescentes el creciente maltrato y violencia al que son sometidos los niños y niñas, en la mayor parte de los casos por los propios parientes, dio a conocer un informe del Observatorio del Desarrollo Humano y Vulnerabilidad de la Universidad Austral.
En el marco del Día Mundial de la Infancia, la investigación realizada por Lorena Bolzon, María Sol González, Victoria Bein, advirtió sobre las consecuencias emocionales a largo plazo que produce el maltrato parental temprano en el aumento de las tasas de suicidio en adolescentes y jóvenes, de acuerdo con la síntesis extraída por la agencia Noticias Argentinas.
En los últimos cinco años, el grupo infantil más afectado por el maltrato fue el de 6 a 10 años y casi 9 de cada 10 Niños, Niñas y Adolescentes (NNyA) afectados tiene un vínculo familiar con las personas denunciada, señala el trabajo, donde se pone de relieve que casi 6 de cada 10 NNyA afectados padecen violencia de forma diaria o semanal.
En general, las mujeres afectadas por violencia superaran en número y proporción a los varones en casi todos los grupos de edad.
Las bajas en las denuncias de situaciones de violencia entre los 11 y los 17 años podría explicarse por la falta de intermediación de terceros para efectivizar tales denuncias.
Así para 2024, en el 92% de presentaciones realizadas por terceros, los hechos involucraron a niñas, niños y adolescentes como principales afectados.
La evidencia empírica es consistente en mostrar que el maltrato y abuso parental durante la infancia y la adolescencia —incluyendo abuso físico, emocional, sexual y negligencia— incrementa significativamente el riesgo de ideación y conductas suicidas en la adolescencia y juventud.
La persistencia de agresiones verbales y castigos físicos, incluyendo formas severas, señala la necesidad de intervenciones educativas y políticas públicas que promuevan alternativas efectivas y respetuosas para la educación infantil.
Una deuda pendiente para la sociedad argentina que no cuenta con legislación en materia de maltrato infantil, apunta el reporte.
El aumento constante de los niveles de violencia en niños, niñas y adolescentes, donde los agresores son en su mayoría, aunque no únicos, sus padres, merece especial atención.
PUNTOS PRINCIPALES
Desde la perspectiva de la Convención sobre los Derechos del Niño (Naciones Unidas, 1989), garantizar condiciones adecuadas de vivienda, educación, salud y entornos libres de violencia no constituye solo una meta social, sino una obligación del Estado.
El informe se centra en las condiciones habitacionales, la educación y la salud.
HACINAMIENTO
En términos habitacionales, una proporción significativa de niños y niñas, en especial en la primera infancia, continúa viviendo en condiciones de hacinamiento o precariedad, lo que vulnera el derecho a un entorno seguro y digno para su desarrollo.
En educación, los niveles de asistencia son elevados, reflejando el impacto de la expansión de la escolarización obligatoria; sin embargo, el acceso desigual en los primeros años y los riesgos de desvinculación en la adolescencia marcan desafíos pendientes en la continuidad educativa.
Asimismo, la desregulación de las cuotas en el sector privado podría incrementar la migración hacia un sistema estatal ya debilitado, cuyo menor rendimiento en Lengua y Matemática y limitada capacidad de absorción generan serias dudas sobre su sostenibilidad.
En salud, más del 40 % de la población infantil depende exclusivamente del sistema público, lo que evidencia la necesidad de reforzar la equidad y la calidad de la atención sanitaria.
CONVENCIÓN SOBRE LOS DERECHOS DEL NIÑO
El 20 de noviembre se celebró, junto al Día Mundial de la Infancia, la adopción de la Declaración Universal de los Derechos del Niño (1959) y la aprobación de la Convención sobre los Derechos del Niño (1989), el tratado internacional más ratificado del mundo.
Esta Convención reconoce derechos fundamentales -a la vida, la salud, la educación, el juego, la protección frente a la violencia y la discriminación, y a que se escuchen sus opiniones- y compromete a toda la sociedad en su cumplimiento.
El contexto general es que el 45,4% de los niños de 0 a 14 años son pobres, según datos del INDEC para el segundo semestre de 2025.
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