Buenos Aires, 27 noviembre (NA) – Un empleado del restaurante porteño Piegari le inició un juicio por “despido indirecto” a la Sociedad Anónima propiedad de Isaac Alberto Chinkies, luego de trabajar 26 años, y deberán pagarle alrededor de 200.000 millones de pesos.
La demanda comenzó en el año 2020, durante la pandemia y en cuarentena, momento en el que el trabajador informó padecer una enfermedad pulmonar crónica (EPOC), con alto riesgo frente al posible contagio del COVID-19.
En junio de 2020, afirmó que, por motivo de su enfermedad, Piegari lo había licenciado de manera verbal “hasta que concluya la pandemia” o bien hasta que “se reestablezca la labor por disposición del Gobierno Nacional”.
Asimismo, y según el expediente al que accedió la Agencia Noticias Argentinas, el empleado rechazó la intimación de Piegari sobre volver al trabajo en modalidad “delivery” y se consideró “despedido indirectamente”, por falta de pago de los salarios en marzo, abril y mayo de 2020, por “exclusiva” responsabilidad del empleador. Asimismo, denunció jornadas de 10hs. laborales y deficiencias en los aportes previsionales y de la obra social.
El mozo obtuvo su indemnización por antigüedad, duplicada por el Decreto 34/2019, que prohibía despidos durante la pandemia. Además, se sumó la falta de preaviso, la integración del mes de despido, el Sueldo Anual Complementario (SAC) proporcional, las vacaciones no gozadas de 2020 y los salarios impagos del mismo año. También, se sumaron las multas por mala registración y otras sanciones por falta de entrega de certificados de trabajo y servicios.
La jueza Lucrecia Pedrini, a cargo del Juzgado Nacional de Primera Instancia del Trabajo N°49, ratificó, finalmente, el despido indirecto denunciado por el mozo en junio de 2020 e incluyó las propinas mensuales ($60.000) como parte integrante del salario y una mejoría en la remuneración mensual de $117.736.
En la misma línea, aseguró que Piegari, solamente, había abonado el complemento ATP del Estado en los meses de abril y mayo de ese mismo año, sin embargo, omitió la parte a cargo del empleador, es decir, que hubo salarios impagos.
Debido a estas múltiples situaciones, Pedrini determinó que el empleado recibiera la cifra total de $9.429.176,61, al mes de agosto de este año, más intereses que, incluso, Chinkies admite que alcanza, junto a lo dispuesto legalmente, un total de 200 millones de pesos: “Es inviable, nos funde y pone en riesgo 100 puestos de trabajo”, agregó el empresario.
El mozo ingresó en enero de 1994 y trabajó 26 años como personal de salón, con una jornada de 6 días por semana y 10 horas diarias promedio, con un franco semanal y una remuneración de $100.000 mensuales en 2020, donde solo $40.000 estaban registrados, es decir “en blanco”
Actualmente, sobre el restaurante, existe un embargo preventivo de $160.000.000, hasta que la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo resuelva la apelación presentada por el restaurante.
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