Buenos Aires, 27 noviembre (NA)– El ex ministro de Producción José Ignacio De Mendiguren criticó el modelo económico actual y la partida de Whirlpool, advirtiendo sobre un futuro “extractivo primarizado” que no genera valor ni empleo, en contraposición con una visión de desarrollo que aproveche los recursos del país.
En declaraciones en Radio Splendid AM 990, lamentó la partida de empresas como Whirlpool, que había realizado una de las inversiones más modernas y competitivas a nivel global en Argentina.
Según supo Agencia Noticias Argentinas, el economista afirmó que era la fábrica “más moderna de Whirlpool en el mundo”, con una producción de “un lavarropas cada 80 segundos” y una “importantísima exportación a Brasil”.
Subrayó que cuando se instaló en el país, la empresa “no pidió un Rigi, no pidió condiciones extraordinarias”, y que la inversión fue “absolutamente genuina”. En contraste, el actual escenario, que lleva a la salida de una empresa con estas características, es una señal de alarma.
El economista reveló que en 2023, el presidente global de Whirlpool había manifestado planes para que Argentina fuera un centro de producción de lavarropas frontales para toda la región, lo que implicaba una inversión de “cero”, construyendo todo desde el terreno y capacitando a la gente. La interrupción de este tipo de proyectos evidencia que “lo abandonan porque no es negocio”.
De Mendiguren cuestionó la “bestialidad” con la que se abordó la situación, advirtiendo que, si bien el futuro puede pasar por la minería o la industria del conocimiento, estas representan solo “el 10% del laburo”.
DOS MODELOS DE DESARROLLO: EL NORUEGO Y EL NIGERIANO
En ese contexto, apuntó a dos modelos de desarrollo: el noruego y el nigeriano. Señaló que el modelo noruego, al que Argentina aspiraba, se basa en la utilización de los recursos primarios (como el petróleo y el gas) para el desarrollo del país, fomentando proveedores locales, ciencia y tecnología.
En contraposición, el modelo nigeriano, que, según De Mendiguren, es el que se está aplicando en Argentina, fomenta la extracción sin valor agregado.
Se prioriza la entrada de empresas que “se la lleven toda”, sin invertir en tecnología local, trayendo equipamiento usado y sin un plan de desarrollo de proveedores. Este modelo, con un ingreso per cápita de 2.200 dólares frente a los 85.000 dólares de Noruega, no es sustentable, ya que “nunca vas a acumular los dólares necesarios para que haya una sociedad sustentable”, concluyó.
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