Buenos Aires, 1 diciembre (NA) – La provincia de Buenos Aires ofrece una amplia diversidad de destinos para quienes buscan escapar de la rutina durante el próximo fin de semana largo. Más allá de las ciudades tradicionales, existe un conjunto de pequeños pueblos con muy pocos habitantes, paisajes rurales intactos y una identidad propia que se mantiene viva en cada rincón. Estos lugares representan una alternativa ideal para quienes desean desconectarse, recorrer caminos tranquilos y descubrir historias singulares.
En un radio accesible desde la Ciudad de Buenos Aires, estos diez pueblos se destacan por su tamaño reducido, su tranquilidad y el encanto que conservan, gracias a su arquitectura, su vínculo con el campo y el ritmo sereno que los caracteriza. Según conoció la Agencia Noticias Argentinas, cada uno ofrece una postal distinta del interior bonaerense y una oportunidad para disfrutar experiencias sencillas y auténticas.
Entre los destinos más interesantes aparecen La Pastora (Tandil), en la zona serrana, con apenas 19 habitantes y un entorno natural ideal para caminatas y sacar fotos. A poca distancia de la Capital se encuentra San Eladio (Luján), con 15 habitantes y, rodeado de campos y antiguos cascos de estancias. Muy cerca, Manuel J. García (Mercedes) mantiene la fisonomía de los pueblos tradicionales, con calles tranquilas y construcciones bajas que conservan su estilo original.
En el centro de la provincia, Pablo Acosta (Azul) conserva su espíritu ferroviario con apenas 15 habitantes y un entorno que invita al descanso. También aparece Colonia Nievas (Olavarría), una comunidad de 10 habitantes que destaca por su arquitectura histórica y su capilla rural, un punto de interés para visitantes que buscan conocer la vida de las colonias agrícolas.
DESTINOS CASI DESHABITADOS CON UN ATRACTIVO ÚNICO
Otros pueblos son aún más pequeños y se convirtieron en verdaderas curiosidades del mapa bonaerense. Indacochea (Chivilcoy) tiene solo cinco habitantes y es un excelente punto para disfrutar del turismo fotográfico y el paisaje agrícola. Rocha (Olavarría), con tres habitantes, ofrece un ambiente silencioso y perfecto para quienes buscan vivir la experiencia de un pueblo detenido en el tiempo.
En la zona costera aparece Lumb (Necochea), con apenas dos habitantes, rodeado de amplias extensiones rurales y antiguas construcciones que narran su pasado productivo. Algo similar ocurre en Henry Bell (Chivilcoy), también con dos habitantes, es un sitio elegido por viajeros que desean conocer lugares prácticamente deshabitados.
El caso más llamativo es Quiñihual (Coronel Suárez), donde reside solo un habitante; sin duda es un punto que despierta la curiosidad de turistas interesados en recorrer espacios que se mantienen vivos a pesar del paso del tiempo y la migración hacia ciudades más grandes.
UNA OPCIÓN IDEAL PARA EL PRÓXIMO FIN DE SEMANA LARGO
La lista completa forma un recorrido perfecto para quienes desean combinar naturaleza, historia y tranquilidad. La distancia desde la Ciudad de Buenos Aires va entre 98 y 506 kilómetros permitiendo planificar escapadas de un día o viajes de varias jornadas conectando varios de estos pueblos. Las rutas bonaerenses los unen y permiten descubrir paisajes cambiantes con llanuras, sierras, zonas agrícolas y pueblos detenidos en el tiempo.
Para los amantes del turismo rural, estos destinos representan la esencia de la provincia por:
* Tradición.
* Silencio.
* Almacenes de campo.
* Capillas antiguas.
* Estaciones ferroviarias en desuso.
* Calidez típica del interior bonaerense.
Son lugares ideales para desconectarse, caminar, tomar fotografías, disfrutar productos artesanales y conocer historias que siguen vivas gracias a comunidades pequeñas pero arraigadas.
Por lo expuesto, el venidero fin de semana largo, recorrer estos diez pueblos es una oportunidad para descubrir otra cara de la provincia, lejos de las grandes ciudades y cerca de la identidad más genuina de Buenos Aires. #AgenciaNA.
