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Una cooperativa vitivinícola clave quedó en la mira de la Justicia mendocina

Buenos Aires, 3 diciembre (NA) – El impacto económico que generan las cooperativas vitivinícolas en las provincias podría quedar comprometido en Mendoza por la grave situación judicial y financiera de Fecovita, donde la Justicia investiga la obtención de recursos y ganancias construidas sobre maniobras contables irregulares.

El nuevo informe de impacto económico elaborado por ACOVI (Asociación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas) concluye, con cifras concretas, el rol estructural que le atribuye al cooperativismo vitivinícola en Mendoza: $184.430 millones en Valor Agregado, más de 10.000 empleos directos, 5.000 productores, 25.000 hectáreas trabajadas y el 30% del vino que se consume en Argentina, según supo la Agencia Noticias Argentinas.

Es un sistema que sostiene producción -según el ACOVI-, empleo, proveedores y valor agregado incluso en momentos de retracción económica. Pero esa fortaleza hoy enfrenta un riesgo que no proviene del modelo cooperativo, sino de la falta de transparencia y controles en la conducción de su federación más importante: Fecovita.

Cuando la ganancia se construye sobre bases falsas

La Justicia mendocina confirmó la validez de la pericia contable que detectó maniobras gravísimas en los balances 2021 y 2022 de Fecovita.

Según el análisis del medio Mendoza Post, estas alteraciones también comprometen los ejercicios 2023 y 2024.

* La pericia reveló:
· Sobrevaluación de activos
· Omisión de pasivos reales
· Aportes de capital inexistentes
· Ausencia de documentación esencial, como el acuerdo con Iberte y Evisa
· Alteraciones contables por cerca de USD 100 millones

De confirmarse en juicio, estas prácticas habrían permitido a Fecovita mostrar una solidez que no tenía y generar ganancias con recursos cuya obtención se encuentra bajo investigación por estafa.

En otras palabras: parte de lo que se presenta como aporte económico al sistema se habría construido con dinero mal habido.

Este razonamiento sigue la misma lógica que diversos fallos judiciales de enorme relevancia nacional: una actividad puede ser económicamente relevante, pero si se apoya en fondos obtenidos mediante maniobras ilícitas, ese aporte no puede presentarse como legítimo.

El problema no es el cooperativismo: es la falta de dirigentes honestos que protejan el capital de los asociados, advierten especialistas vitiviníciolas, advierten especialistas.

Los cooperativistas de Mendoza no fueron parte de estas decisiones. Sin embargo, serán ellos quienes deban asumir las consecuencias, porque en una cooperativa, las y los asociados son solidariamente responsables de las obligaciones de la entidad.

Esto significa que si los directivos toman decisiones que generan perjuicios económicos, son los cooperativistas quienes deben responder.

Este es el punto que el caso Fecovita deja expuesto.

La incapacidad, impericia o, peor aún, los delitos cometidos por los administradores en el sistema cooperativo representan una grave amenaza sistémica.

A diferencia de otros modelos empresariales donde las responsabilidades pueden diluirse, el sistema cooperativo, basado en la autogestión y la propiedad conjunta, traslada el perjuicio directamente a los productores y socios, quienes, más temprano que tarde, sufren las consecuencias de una gestión deficiente.

Esta dinámica no solo compromete la viabilidad financiera de la entidad cooperativa, generando crisis de liquidez y pérdidas masivas, sino que también erosiona la confianza en un modelo que es pilar del desarrollo local y regional.

La falta de diligencia debida y transparencia no solo impacta las finanzas individuales de los cooperativistas, sino que también socava la estabilidad de todo un sector, con implicaciones sociales y económicas que trascienden las fronteras de la cooperativa y afectan a la sociedad en su conjunto.

El incumplimiento de los deberes de los administradores exige un escrutinio riguroso, dado que su acción irregular u omisión puede tener consecuencias devastadoras.

También es un llamado de atención para los organismos de control.

El riesgo inmediato: deudas que ninguna cooperativa puede afrontar sola.

* Si Fecovita pierde el juicio con Iberte, deberá enfrentar una restitución que supera los USD 50 millones. Según los estatutos, ese monto se distribuye entre las cooperativas según su porcentaje de aporte.

El cuadro publicado por Mendoza Post muestra un escenario alarmante:
· Cooperativas con potenciales obligaciones de USD 6 a 10 millones
· Otras entre USD 2 y 4 millones
· Las más pequeñas entre USD 300.000 y 800.000

Son cifras que en muchos casos exceden con creces su capacidad operativa.

De esta forma, decisiones tomadas por una conducción reducida pueden desembocar en:
· Insolvencia
· Pérdida del capital social
· Parálisis productiva
· Ruptura de cadenas de pago
· Riesgo real de quebranto

Lo que viene: un juicio que definirá responsabilidades y el futuro del sistema.

En las próximas semanas, la Justicia fijará la fecha del juicio oral. Allí se definirá la responsabilidad de los directivos imputados, la validez final de la pericia y el monto preciso que deberán afrontar Fecovita y cada cooperativa.

Carlos Aguinaga, abogado de las empresas Iberte y Evisa, advirtió que “la pericia demuestra que los estados contables fueron construidos sobre datos falsos. El avance del juicio va a exponer cómo estas irregularidades se proyectan en los ejercicios siguientes y en las obligaciones económicas de la entidad”.

#AgenciaNA