Buenos Aires, 10 diciembre (NA) – A pesar de las lluvias de la mañana del martes, las nubes se corrieron y dieron la bienvenida al sol una última vez para la esperada segunda fecha de Shakira en el Vélez.
La velada la inició la cantante Ángela Torres, una de las voces juveniles más talentosas de este último tiempo, con los hits de su álbum “No me olvides”. La joven pisó el escenario alrededor de las 19:30 y conquistó a la audiencia con su gran presencia escénica para dar inicio a lo que sería una noche inolvidable.
Los minutos pasaban y el público se iba tiñendo de pelucas violetas, brillos y caderines árabes: indumentaria que marca las distintas etapas de la barranquillera que conquistó los corazones del mundo y que sus fanáticos replicaron con fervor. Por su parte, Ángela dio por finalizado su show con su último hit “Favorita” que hizo levantar de su silla a más de uno.
Las luces del estadio se apagaron a las 21:30, pero la entrada triunfal de la loba con su manada se hizo esperar hasta las 21:50. El rugido del público se hizo sentir cuando Shakira apareció para arrancar con fuerza interpretando “Huesera”, “La Fuerte”, “Girl Like Me” y un remix explosivo de “Intuición” y “Estoy”.
En un emotivo diálogo con su audiencia, la estrella colombiana reconoció su profundo vínculo con Argentina, expresando que cada regreso es como volver a su hogar: “Estar con ustedes es un lujo, cada vez que vuelvo a Argentina siento que estoy en mi casa, porque lo que tengo con Argentina es una historia de amor que nació hace mucho y que continúa. Los quiero mucho, no hay mejor encuentro que el de una loba con su manada argentina”.
Sin dudas, uno de los momentos más impactantes de la noche fue cuando las voces de Sasha y Milán, los hijos de la cantante, se unieron a la de su madre para entonar juntos “Acróstico”, una canción cargada de simbolismo de familia y lucha, que desató un sinfín de lágrimas entre los presentes.
La presencia de los hijos de la colombiana dejó las emociones de los presentes a flor de piel, para luego adentrarse de lleno en algunos de sus hits más reproducidos, haciendo vibrar el estadio con “Bici”, “Hips Don’t Lie”, “Chantaje” y la melancólica “Monotonía”.
Al igual que en su primer show, Shakira homenajeó a su gran amigo Gustavo Cerati al interpretar “Día Especial”, su emblemática colaboración. Esta canción dio inicio a la etapa de los clásicos, donde la artista hizo un recorrido por su historia musical con “Ojos Así”, “Pies Descalzos”, “Antología” y, la esperada y prometida, “Días de Enero”.
El bloque se cerró con una increíble colaboración con sofisticada Sinfónica del Teatro Colón, que la acompañó para interpretar “La Pared”.
Con los “10 mandamientos de una loba” en pantalla, el último acto se desplegó como una promesa que se cumple. Shakira se subió al escenario una última vez para cerrar la noche con sus éxitos más recientes: “Loba” y la explosiva “Session Bizarrap”, coronando el espectáculo con una imponente lluvia de fuegos artificiales.
Según difundió la Agencia Noticias Argentinas, la barranquillera volverá a subirse al escenario el próximo jueves 11 de diciembre para su último round en Buenos Aires. #AgenciaNA






