Home / Nacionales / No es el Canal de Panamá, pero se le parece: dónde está y qué monstruo se esconde a sus orillas

No es el Canal de Panamá, pero se le parece: dónde está y qué monstruo se esconde a sus orillas

Buenos Aires, 20 diciembre (NA) – Una de las obras de ingeniería más importantes del mundo es el Canal de Panamá, que mediante su sistema de esclusas permite que los barcos atraviesen el continente y unan el océano Atlántico con el Pacífico. Lo que pocos saben es que, en otro rincón del planeta, hay una versión basada en el mismo principio técnico, pero ubicada en un entorno natural muy distinto y rodeada de historias y leyendas que la convirtieron en un atractivo turístico imperdible.

Según supo la Agencia Noticias Argentinas, se trata del Canal de Caledonia, ubicado en las Highlands -las Tierras Altas de Escocia-, que finaliza en la localidad de Fort Augustus. Allí, un sistema de esclusas de menor envergadura permite el paso de las embarcaciones hacia el famoso Lago Ness, conocido por su valor paisajístico y turístico, pero también por la leyenda del supuesto monstruo que, según relatos de los lugareños, habita en sus aguas.

Rodeado de colinas verdes, aguas tranquilas y caminos que atraviesan el paisaje típico de las Highlands, este sistema de esclusas se integra de manera natural al entorno y se convirtió en una parada habitual de los turistas que recorren la región. El movimiento lento de las embarcaciones, los puentes peatonales y la cercanía del lago crean una escena tranquila, ideal para detenerse a observar, comer algo a sus orillas y entender cómo funciona una obra pensada para la navegación que hoy también es un atractivo turístico.

CANAL DE CALEDONIA: CUÁNTO MIDE Y CÓMO FUNCIONA

El Canal de Caledonia tiene una extensión total de unos 97 kilómetros y atraviesa Escocia de noreste a suroeste, uniendo la costa cercana a Inverness con la zona de Fort William. Una de sus particularidades es que gran parte del recorrido aprovecha lagos naturales, lo que permite que la vía navegable se integre al paisaje de las Highlands sin alterar su fisonomía original.

Para salvar los desniveles del terreno, el canal utiliza un sistema de 29 esclusas distribuidas a lo largo del recorrido. El punto más alto se encuentra en Loch Oich, desde donde las embarcaciones ascienden o descienden de forma escalonada mediante cámaras que regulan el nivel del agua, aplicando un principio hidráulico simple y eficaz que sigue vigente desde el siglo XIX.

Otros datos destacados del Canal de Caledonia:

* Fue inaugurado oficialmente en 1822, tras más de 17 años de construcción.
* Está diseñado principalmente para navegación recreativa y turística, más que para transporte comercial.
* Permite evitar la peligrosa ruta marítima alrededor del norte de Escocia, conocida por sus condiciones climáticas extremas.
* A lo largo de su trazado cuenta con puentes, muelles y zonas de amarre que hoy funcionan como puntos turísticos.
* Es administrado por Scottish Canals, el organismo público encargado de las vías navegables del país.

El funcionamiento del canal se basa en un sistema de esclusas que actúan como cámaras de nivelación. Cuando una embarcación ingresa, las compuertas se cierran y el nivel del agua dentro de la esclusa se eleva o desciende de forma controlada hasta igualarse con el tramo siguiente.

Una vez alcanzada esa altura, se abren las compuertas y el barco continúa su recorrido. Este proceso se repite tantas veces como sea necesario para salvar el desnivel del terreno, permitiendo una navegación segura y ordenada entre lagos y canales conectados.

FORT AUGUSTS: LA LOCALIDAD MÁS PINTORESCA DEL CANAL DE CALEDONIA

Fort Augustus marca el tramo final del Canal de Caledonia y es uno de los puntos donde mejor se puede ver en funcionamiento el sistema de esclusas. En pleno centro del pueblo, las embarcaciones atraviesan una secuencia de compuertas que salva el desnivel antes de ingresar al Lago Ness, un espectáculo cotidiano que se observa desde puentes peatonales y márgenes muy accesibles para el público.

La localidad es pequeña y tranquila, con alrededor de 700 habitantes, y tiene un ritmo pausado que contrasta con el movimiento constante de barcos y visitantes. Esa escala reducida es parte de su encanto: todo queda cerca y el recorrido se puede hacer caminando, sin apuro, siguiendo el curso del canal.

Uno de los planes más habituales es comprar comida en locales de take away y sentarse a comer a orillas del canal, mientras se observa el paso de las embarcaciones por las esclusas. También hay bares y pubs tradicionales, con pinta de cerveza, mesas al aire libre y un clima típico escocés que invita a quedarse un rato más, especialmente al final de la tarde.

Y como si el paisaje, la ingeniería y la calma del lugar no fueran suficientes, siempre queda la posibilidad de mirar la superficie del Lago Ness con cierta expectativa. Nadie puede asegurar que Nessie -el Monstruo del Lago Ness- vaya a aparecer, pero sin dudas que vale la pena apreciar el paisaje más allá de la leyenda urbana. #AgenciaNA