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Gustavo Neffa: “Acumular reservas es la gran deuda que tuvo el plan económico”

Buenos Aires, 21 diciembre (NA)– El economista Gustavo Neffa afirmó que la baja de la inflación fue “una gran batalla ganada” del Gobierno en la primera etapa de gestión y analizó los desafíos a futuro en cuanto a la acumulación de reservas y la microeconomía.

En declaraciones a Agencia Noticias Argentinas, el director de Research for Traders afirmó que “la deuda en pesos marcha muy bien, sobre la base de renovaciones”. Sostuvo que el año próximo la inflación puede volver a la senda menor al 2%.

A continuación, los principales pasajes de la entrevista:

Noticias Argentinas: ¿Cuál es el balance de la gestión económica en cuanto a los objetivos macroeconómicos del Gobierno?

Gustavo Neffa: Lo que hizo Milei fue ordenar un verdadero desastre en materia macroeconómica. Argentina estuvo al punto de la hiperinflación con reservas netas negativas superiores a 11.000 millones de dólares, con un Banco Central totalmente quebrado, con una tasa de inflación que aceleró hasta el 280%. Un poco consecuencia de la liberación de un tipo de cambio totalmente ficticio, tratando de mantenerlo para que no incurra en más inflación en la Argentina, con tarifas atadas con alambre y con una deuda gigantesca con importadores, que tuvo que cubrirse con bonos Bopreales.

Todo ese escenario se fue desarticulando de a poco. El impacto en precios relativos fue muy fuerte y hubo una recesión en el primer trimestre, que en el segundo tuvo un impacto relativamente benigno.

Como sorpresa, en el segundo semestre la Argentina empezó a crecer de nuevo. Eso no impidió que tuviera segundo año consecutivo de recesión, pero ya con bases más firmes para impulsarse este año a la zona de 4,4% según el REM y 3,4% para el año 2026 y con una gran batalla ganada en cuanto a la inflación.

Más allá de que (la inflación) haya acelerado del 2 al 2,5% en la última medición y que quizás estas nuevas políticas monetarias hagan que se corra a un lado un poco el objetivo de inflación, obviamente que esto está en pos de acumular reservas, que es la gran deuda que tuvo el plan económico con el Banco Central, que ahora empieza a hacerse realidad. Es lo que quería escuchar el mercado, es lo que le exigía la FMI, es lo que cualquier analista hubiera deseado ver desde julio de este año en adelante, que continuara la acumulación de reservas.

NA: ¿Liberar el tipo de cambio y acumular reservas son desafíos para 2026?

GN: Lo primero va a tener que esperar. Ya se liberó el CEPO a personas físicas, ya se liberó el CEPO a partir del primero de enero ya está programado para que las empresas puedan pagar los dividendos al exterior, pero todavía seguirá vigente la restricción a las empresas.

En pos del objetivo de acumular reservas y ser consistentes, el equipo económico va a seguir manteniendo ese CEPO a las empresas, por lo menos para atesoramiento. Obviamente que sigue con total normalidad para el pago de deudas y para las importaciones.

NA: ¿Qué dinámica proyecta para la inflación en 2026?

GN: La dinámica de la inflación es a la baja, pero quizás partamos de un valor un poco mayor. Ya el REM anterior había mostrado una cifra un poco mayor, con las últimas medidas políticas y políticas monetaria y cambiarias que conocimos en la semana, obviamente, que esto le da un impulso adicional a la inflación.

Veremos quizás arriba del 30 por ciento nuevamente a la expectativa para este año, arriba del 21 por ciento, quizás para el año que viene, y quizás una inflación para el 2027 en la zona del 12 por ciento. Esto es una trayectoria más que benigna. Argentina no está acostumbrado a este tipo de planificación.

Los dos pilares del modelo, que son los superávit gemelos, tanto fiscal primario y financiero, como el superávit comercial, se trata también de un desafío importante en materia de déficit de cuenta corriente. El modelo requiere de dólares, estoy convencido que los va a conseguir, pero implica también un déficit de cuenta corriente que será compensado en el balance de pago con entrada de capitales.

NA: ¿Cree que la inflación puede estar por debajo del 2% mensual?

GN: Sí, claro, creo que puede ubicarse nuevamente por debajo del 2%, pero no seamos ansiosos. Creo que deberíamos conformarnos con que el Gobierno acelere la acumulación de reservas, que hoy está en la zona de 42.500 millones de dólares aproximadamente. El deseo es que sigan incrementándose.

Recién en el segundo semestre del 2026, podemos aspirar a tener índice de inflación mensual mes a mes en esos valores.

NA: ¿Cómo evalúa la estrategia de licitaciones y refinanciación de deuda? ¿El Gobierno logra confianza sobre el pago de los próximos vencimientos? ¿Qué representa la colocación del Bonar 2029N?

GN: La deuda en pesos marcha muy bien, sobre la base de renovaciones de cero cupón, es decir, que no pagan intereses y se acumula el capital, con lo cual, obviamente, la deuda en pesos aumenta proporcionalmente en la estructura de la deuda del Gobierno. Y ahí no veo ningún problema.

Ahora, si vemos en dólares, el escenario es de una montaña de deuda a pagar en el mes de enero, el 9 de enero. Son 4.220 millones, entre legislación argentina y extranjera, incluidos los bonos en euros, que va a tener que enfrentar. Hay vencimientos de la L30, tanto ley argentina, más de 1.000 millones de dólares, como ley extranjera, más de 1.000 millones de dólares de capital, lo cual es una carga muy importante.

Eso reduce la deuda de Argentina con bonistas, pero si no logra reabrir la emisión del AN29 para disminuir el posible endeudamiento para cubrir ese pago, va a tener que recorrer al REPOs con bancos extranjeros, para cubrir ese bache.

Yo personalmente vi una licitación del AN29 floja, poca demanda y una tasa que el Gobierno hubiera estado contento si lo hubiera hecho con una tasa de financiamiento más baja, pero es para celebrar que Argentina se ha vuelto al mercado de deuda voluntaria.

Fue con ley argentina, fue con el fuerte apoyo de empresas de seguros, con lo cual nos deja un sabor un poquito amargo respecto a la cantidad y a la calidad también del endeudamiento que se obtuvo. El deseo de ver una emisión de montos más grandes y con participación de inversores extranjeros obviamente quedó en deuda.

NA: A partir del respaldo de Estados Unidos y las perspectivas de mayor apertura comercial, ¿se reorganiza el perfil productivo de Argentina? ¿Hay ganadores y perdedores?

GN: Claramente después del acuerdo hecho a nivel financiero y comercial, porque también debemos decir que es un acuerdo bastante importante en los dos sentidos, hay un acuerdo libre de comercio en muchos productos y obviamente un programa escalonado de convergencia, creo que hay una mayor apertura comercial que se dio a través de las importaciones y ahora que se abre Estados Unidos para las exportaciones argentinas específicamente hacia ese destino.

Hay ganadores, sí. El sector de alimentos creo yo que es un gran ganador, el sector de conocimiento y de servicios creo que es algo que tiene mucho para aportar, pero este acuerdo comercial se centra en productos, con lo cual entre alimentos procesados y algunas otras industrias específicas, el beneficio es para la Argentina.

Perdedores, con el tema de la apertura de algunos ítems que están incluidos en ese acuerdo comercial, quizás veamos un poco más de intercambio y de presión cuantitativa en la importación de distintos productos, pero no está enfocado en un solo sector sino en varios, así que Argentina celebra hoy un acuerdo con Estados Unidos que es único a nivel internacional.

NA: ¿Qué podemos esperar en la microeconomía en 2026?

GN: La microeconomía es la pata floja del modelo económico. Había que ordenar la macro, creo yo que fueron dos años muy duros, donde se liberaron tarifas, tipo de cambio, y donde se abrió la importación en muchos segmentos para bajar los precios.

Esto tiene como consecuencia, obviamente, en la ecuación de ingresos-gastos, una menor rentabilidad y menor ganancia por parte de muchos sectores, muchos empresarios. Hay sectores que se vieron muy resentidos debido a la apertura de las importaciones, pero eso los obliga a competir.

También hubo una ganancia significativamente menor, y se trabajaron en pérdidas incluso en el tercer trimestre por otros factores, en el sector bancario, que ya dejó de prestarle al Gobierno, que era una gran bicicleta para los bancos, que ahora tienen que actuar de bancos. Y esto está ocurriendo también en otros segmentos de la economía, que son los más competitivos, donde tienen que empezar a competir, donde ya el Estado no es el que va a alimentar una patria contratista, sino que va a crear las reglas como para que se produzca más y mejor.

Tenemos un sector productivo que, obviamente, todavía quedó golpeado por distintas medidas que se han tomado. Hay que tomar en cuenta que Argentina estuvo protegida, subvencionada durante mucho tiempo. La reducción de las subvenciones y de la protección, y la eliminación de aranceles a las importaciones en muchos productos, obviamente, deja golpeados a muchos sectores, pero los hace también más competitivos, y eso tiene un impacto favorable sobre el consumidor.

El consumidor también tuvo tarifas al alza, y tuvo una merma en sus ingresos reales a partir de esa fuerte inflación que hubo a comienzo, pero la baja de la tasa de inflación ahora está siendo su lado positivo, está recuperando el poder adquisitivo y el salario real.