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Ganar las elecciones no alcanza si no se hacen bien las cosas

Buenos Aires, 21 de diciembre (NA) — Por Darío Lopérfido – El gobierno tuvo un buen resultado en las elecciones, pero no tiene mayorías automáticas en el Congreso. Esta semana mostró que, aun teniendo más legisladores, tiene que afinar la técnica legislativa porque si no va a tener derrotas o va a terminar haciendo alianzas con el kirchnerismo, que es lo que no hay que hacer en política.

El gobierno había dado la sensación de que tenía todo atado, pero tuvo que pasar la reforma laboral a febrero porque no tenía la cantidad necesaria de senadores para tratarla. Lo de la reforma laboral es grave, ya que no va a haber inversiones sin esa ley y le cede iniciativa política al sindicalismo, que vive de extorsionar como lo muestra la marcha de días pasados.

La equivocada inclusión de la derogación del financiamiento universitario y de la emergencia en discapacidad en el presupuesto generó una votación afirmativa en general, pero el rechazo de un capítulo completo que incluía estas dos derogaciones que ya se habían tratado negativamente en el Congreso. Las obsesiones nunca son buenas en política y, por hacerlo mal, el presupuesto quedó en situación peligrosa. Se puede pensar que en las universidades hay manejos oscuros; lo que no se puede es poner en riesgo el presupuesto por incluir cosas que ya se habían rechazado.

Lo que pasó esta semana muestra que ganar las elecciones no alcanza si no se hacen bien las cosas y este gobierno tiene la tendencia de echarse en brazos del peronismo que lo acogerá y lo traicionará. Lo malo sucedió en una votación para designar auditores. El tema no estaba en extraordinarias y el oficialismo arregló con el kirchnerismo, favoreciéndolo, y ahora el peronismo tiene mayoría en la auditoría.

Un disparate en toda regla y una traición a la alianza con el PRO. El PRO, la Coalición Cívica y la UCR se retiraron del recinto, acusando de inconstitucional la jugada. El gobierno tiene una tendencia peligrosa en lo que respecta a las alianzas porque le gusta mostrar que hace acuerdos con los sectores republicanos, pero rápidamente los traiciona y hace pésimos acuerdos con el peronismo.

Seguir dándole lugares institucionales al kirchnerismo es una burrada. Se trata de reducirlos a un papel marginal, el que le corresponde a una fuerza política cuya líder está condenada por corrupción. El gobierno necesita leyes para que lleguen inversiones y se reactive la economía. Lograron algunas cosas en economía, pero los sectores medios siguen estando muy mal.

El peronismo juega a sacarle cosas, pero cuando la situación esté mal traicionará al gobierno. Pero tienen tantos peronistas dentro que traicionan a sus aliados por estrafalarios acuerdos con el PJ. La presidencia de la cámara que tiene Martín Menem muestra que es fácil de embaucar por el PJ. Por ese camino el gobierno gastará muy rápido el crédito ganado en las elecciones.

En una semana fatídica, el Congreso mostró que con sus alianzas fallidas y su mala praxis le dio un balón de oxígeno al peor sindicalismo y al kirchnerismo. Es necesario que el gobierno reflexione acerca de los desastres que hizo el peronismo en el país. Se trata de gobernar con los buenos y no darle ventaja a los de siempre.

Especial para la Agencia Noticias Argentinas.