Buenos Aires, 2 diciembre (NA) — La lipoproteína(a) (Lp(a)) es una partícula de lipoproteína altamente aterogénica que puede encontrarse en altas concentraciones en la sangre de individuos que heredaron variantes genéticas que aumentan la Lp(a) y varios estudios demostraron un efecto causal fuerte, lineal con múltiples enfermedades cardiovasculares, valvulares y sobre todo en la enfermedad coronaria, estenosis valvular aórtica y enfermedad vascular periférica, con efectos en la mortalidad de estas patologías.
Una investigación argentina encontró que alrededor de un tercio de las personas evaluadas tiene la Lpa(a) elevada y los niveles altos se asociaron al 53% más riesgo de infarto, ACV y otros eventos mayores, por lo cual, los especialistas piden medirla al menos una vez en la vida, a la vez que alertan que hay terapias específicas en fases finales de desarrollo.
Según supo la Agencia Noticias Argentinas, los datos fueron publicados en la revista Atherosclerosis, provienen de cerca de 3.000 adultos evaluados en seis regiones del país en consultas clínicas y cardiológicas de rutina, mientras que la investigación fue coordinada por el Grupo Argentino Estudio Lp(a) —GAELp(a)— liderado por Pablo Corral y la misma recopiló 50 variables clínicas y de laboratorio, además de imágenes y datos terapéuticos, para determinar la prevalencia de niveles elevados de Lp(a) y su relación con eventos cardiovasculares mayores (MACE, por sus siglas en inglés).
En el estudio, los autores destacan que la Lp(a) funciona como un determinante del riesgo cardiovascular residual, ya que, eleva el riesgo aun cuando otros factores clásicos (LDL, hipertensión, tabaquismo, diabetes, obesidad) estén controlados.
Desde la Federación Argetina de Cardiología el Dr. Walter Quiroga Castro explicó algunas de las razones por las que la Lp(a) debería medirse en todas las personas al menos una vez en la vida:
1. Dar respuestas a los pacientes que desarrollan enfermedades cardiovasculares a pesar de tener cero o pocos factores de riesgo convencionales. Hasta el 15% de las personas que presentan un primer infarto de miocardio no tienen factores de riesgo convencionales. En estos pacientes la Lp(a) puede explicar por qué las personas pueden desarrollar ECVAS (Enfermedad CardioVascular AteroSclerótica). Tener un valor elevado de Lp(a) alta puede ayudar a los pacientes a comprender que su evento cardiovascular pueda deberse a un factor de riesgo genético.
2. Identificar a las personas que pueden beneficiarse de un manejo más temprano y agresivo de los factores de riesgo convencionales. Tener Lp(a) elevada es una información necesaria en la toma de decisiones, ya que en estos individuos es necesaria la reducción al máximo de otros factores de riesgo (colesterol, HTA, actividad física etc.) modificables. Y así reducirán su riesgo absoluto de tener un evento cardiovascular, como se demostró recientemente en un análisis del Biobanco del Reino Unido presentado en la última declaración de consenso de la Sociedad Europea de Aterosclerosis sobre Lp(a).
3. Identificar individuos con riesgo genético muy alto de padecer ECVA. Un análisis reciente del Estudio de Población General de Copenhague alrededor de 70.000 individuos durante más de 40 años determinó que las personas en los percentiles superiores de la distribución de Lp(a) tenían un riesgo muy alto de ECVA, de tal forma que tener niveles altos de Lp(a) es similar a tener Hipercolesterolemia familiar. La Lp(a) alta es uno de los trastornos genéticos más comunes y debe diagnosticarse para identificar a las personas que pueden tener un riesgo muy alto de eventos cardiovasculares prematuros.
4. Para prevenir eventos cardiovasculares en familias con alto riesgo genético de ASCVD. La identificación de niveles elevados de Lp(a) y la detección de sus familias (detección en cascada) permite identificar de manera eficaz a los individuos de alto riesgo que necesitan un tratamiento agresivo de los factores de riesgo modificables para prevenir eventos cardiovasculares.
5. La medición de los niveles de Lp(a) es una forma de bajo costo de identificar a las personas con alto riesgo de padecer ASCVD. Las mediciones de Lp(a) tienen varias ventajas sobre otras herramientas de estratificación de riesgo más invasivas y costosas, como las imágenes cardiovasculares, que también deben repetirse periódicamente y no están ampliamente disponibles. Si se realiza temprano en la vida, puede ser útil para abordar de manera más agresiva otros factores de riesgo antes del desarrollo de la aterosclerosis subclínica. Idealmente, la medición debería realizarse en conexión con el primer perfil lipídico en la edad adulta temprana. Rara vez será necesario repetirla, ya que los niveles son relativamente estables a lo largo del tiempo.
6. Mejorar la investigación sobre la prevención de Lp(a) y ASCVD. En la actualidad, la mayoría de los estudios sobre Lp(a) y ASCVD se basan en datos de poblaciones predominantemente blancas, mientras se sabe que los niveles de Lp(a) varían con la ascendencia. Para comprender mejor la asociación de los niveles de Lp(a) con el riesgo de enfermedad, se necesitan mediciones generalizadas de Lp(a) en diferentes grupos étnicos, sexos y en individuos con una variedad de comorbilidades de todas las regiones del mundo. Si bien hay muchas preguntas sin respuesta sobre el papel biológico o clínico de Lp(a) en ASCVD, no se requiere la respuesta definitiva a estas preguntas para respaldar las mediciones generalizadas de Lp(a).
7. Garantizar la implementación oportuna de nuevos tratamientos dirigidos a niveles altos de Lp(a) para prevenir la ASCVD. En la actualidad, se están probando terapias potentes y específicas para reducir la Lp(a) en grandes ensayos de resultados cardiovasculares, cuyos primeros resultados se esperan para 2025.
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